miércoles, 6 de julio de 2011

"LOS COLORES DE MEXICO" SE HACEN PRESENTE EN VERACRUZ PUERTO.

SOLEMNE EXPOSICION CULTURAL

"LOS COLORES DE MEXICO"

Atarazanas, Veracruz-Llave, Ver.

La mañana de hoy, miercoles 6 de julio del 2011, se inauguró la Exposición "LOS COLORES DE MEXICO" que los alumnos de sexto semestre de Humanidades, de los salones "C" y "E" del H. Bachillerato de Veracruz Diurno presentaron ante la sociedad veracruzana.

El corte de listón fue llevado a cabo por la Directora del Plantel y Coordinadora de Bachillerato de la zona III, la Lic. Obdulia del Rosario Severino Hdez.

Hicieron acto de presencia, la LCC. Diana Salas Hdez, maestra de la materia de Arte y la LAE. Patricia Villar Sánchez, candidata a la dirección del plantel educativo ya mencionado.

La exposicion de se ecuentra montada en la sala I del recinto de las Atarazanas.


martes, 5 de julio de 2011

ANALISIS DE OBRA: "“MURS BASILIUS MAXIMUS BIZANTINIUM”

MURS BASILIUS MAXIMUS BIZANTINIUM

El Sacro Imperio de Bizancio fue un gran territorio heredero  del antiguo Imperio Romano.
Mantuvo su gran explendor por más de siete siglos, que transcurrienron del 476 al 1453. Su capital era la majestuosa cosmopolitan de Constantinopla ciudad que mantuvo un gran explendor tanto religioso, político, militar y sobre todo Cultural.
A Constantinopla le solían llamar la ciudad del Cuerno de Oro, por dos razones, a) porque se ubicaba en el cuerno del Bosforo y b) porque en ella se encontraban las grande universidades y centros culturales de la Europa Medieval.
La gran Constantinopla justificaba su máximo resplendor con arquitecturas cómo el Palacio Imperial, el Hipodromo de Justiniano, la Basilica de Santa Sofía, la Universidad de Roma Nova, y sus grandes jardines y esculturas que la embellecían, y superaba a su madre, la antigua ciudad de Roma.
Sin embargo, dentro de esos hermosos recintos existían maravillosas pinturas plasmadas en madera y vidrio, o en retocado.
La arte bizantinista era una especie de arte plástica de mucha talla, pues mostraba en sus detalles, un inmenso explendor de cristiandad católico-ortodoxo y a su vez, un inmeso respeto a sus gobernantes.
La plástica bizantina mostraba una gran variación de colores calurosos con coleres tibios asemajados de un forma que diera una forma de metalidad que representaba lo que sí era AGRACIADO.
Sin embargo, lo único que no avanzó la pintura bizantina fue en su movimiento, pues las imágenes mostraban una estatica muy marcada a diferencia de algunos pergaminos dibujados en Francia en el medioevo.
Es bien comunicar que en la época del bizantinismo plástico, las pinturas eran en su mayoría participe del patrimonio imperial, por lo que los pintores eran suministrados por la Emparatriz que se dedicaba a los fondos de reconstrucción de su Capital.
Durante, el gobierno de Justiniano I el Grande y su esposa Teodora I la Grande (g. 527 – 565) se crearon importantes muestras de arte en todo el imperio, muestra de ello, es la Santa Sofía, recinto religioso y gubernamental del gobierno justinianico.
Por su parte, la Emperatriz Teodora, enmarcó importancia en los muros de una iglesia romana abandonada en Ravena, Italia; la Iglesia de san Vitale.
En la actualidad, podemos notar que en el interior de tal recinto existen grandes muros pintados con pasajes del Nuevo Testamento, con Pasajes del Gobierno de Roma y con la coronación de los Emperadores Bizantinos en curso.
Me detendré a mostrar los muros de la Capilla de Santa Maria de Ravena, en la misma Iglesia, donde podemos notar la escena del séquito de Justiniano y de la corte de Teodora.

En la traducción grecolatina del título del mural es “La pared de los Emparadores de Bizancio”
Tal mural se divide en dos secciones amplias, la primera abarca la escena del Sequito Imperial y la Gran Guardia de Oriente que protegía al Emperador Justiniano I, y en la segunda sección notamos a la santidad de la Emperatriz Teodora I con su gran corte y Damas de compañía.
Aún no sabemos con exactitud quien fue el artista que dotó de imaginación para montar las imágenes de los Gobernantes, pero creemos que es el pintor y arquitecto griego “Ariemos” pues era uno de los preferidos de Teodora I.

La pintura del Emperador.-
Muestran majestuosidad tan alta. Los mosaicos representan la presunta ceremonia de consagración de la iglesia de San Vital (que nunca tuvo lugar tal como está representada, pues los emperadores ya eran ancianos cuando se terminó el templo y no viajaron a la ciudad italiana, de hecho Teodora murió ese año).
Todos los personajes importantes están perfectamente individualizados y son reconocibles por sus retratos. El emperador Justiniano lleva como ofrenda una gran patena de oro; va precedido por dos altos dignatarios eclesiásticos, uno de ellos lleva el incensario y el otro el misal, y por el arzobispo Maximiano, que lleva una cruz, todas estas ofrendas aparecen ricamente decoradas con gemas, cabujones y esmaltes. Tras el arzobispo, en segundo plano, el banquero Juliano, que financió la construcción de la iglesia. Detrás del emperador hay dos altos funcionarios del estado con toga, el primero sería el general Belisario, conquistador de Rávena. Cierra el cortejo la guardia personal del emperador con el crismón en sus escudos.


La pintura de la Emperatriz.-
La emperatriz Teodora cuyo verdadero nombre era Karem Marinelé Ardicius y cuya profesión posterior a ser mandataria del imperio era de actriz y de prostituta de la zona imperial de Constantinopla, lleva un cáliz de oro, va precedida por dos dignatarios de la corte y seguida por Antonia, esposa del general Belisario y su hija Juana. Cierran el cortejo las doncellas de la emperatriz. La corte de la emperatriz muestra una santidad y un lujo a la que los mandatarios bizantinos estaban rodeados, por lo cual, se nota que la emperatriz gastaba joyas y vestidos de seda y organza todos los días para su presentación ante la corte imperial y eclesiasticas y ante el mismo público.


Es innegable el parentesco de estos mosaicos con los relieves del Ara Pacis Augustæ, sobre todo en su temática, pero en su estilo hay algunas diferencias esenciales: Abundan los convencionalismos como la isocefalia, el hieratismo, la frontalidad, la ausencia de perspectiva, el horror al vacío, los gestos repetitivos de los personajes, ausencia de movimiento —las figuras están petrificadas, pero se sugiere la dirección que siguen con la posición de las manos—, idealización de los rostros...
Los personajes están retratados con realismo y tienen mucha fuerza expresiva, pero son hieráticos y distantes. Su mirada es fija y penetrante, refleja el poder espiritual del emperador y sus seguidores. Sus pies, en «V» flotan en un fondo neutro, indefinido, aludiendo a los lazos con lo sobrenatural y el alejamiento de lo terrenal. Todo indica que estas figuras están más allá de la simple humanidad.
Numerosos símbolos y atributos sitúan a cada figura en una jerarquía muy rígida. Los monarcas están en el centro y tienen las vestimentas más ricas y las joyas más lujosas, además de ir coronados —poder terrenal— llevan un halo de santidad —poder espiritual—, constituyendo un claro paradigma del cesar papismo bizantino: el emperador posee una categoría moral superior, la Iglesia y el estado son uno sólo en él por mandato divino y mayordomo del mismo Dios. El resto de los personajes, cuyos retratos son más fieles y se respeta su edad, se disponen simétricamente en torno a Justiniano y Teodora, tanto más cerca están de ellos, cuanto más importantes son, y, además, llevan uniformes propios de su rango (casullas para los eclesiásticos, togas sujetas con fíbulas para los funcionarios y eunucos de la corte, armas para los soldados, etc.).
La perspectiva no existe, y ha sido sustituida por un fondo neutro, dorado y verde en el caso del mosaico de Justiniano, y por un esquemático fondo arquitectónico en el caso del de Teodora. Tampoco hay sensación alguna de profundidad.
El artista se ha permitido ciertas licencias en el mosaico de Teodora, que no hay en el de Justiniano, quizá porque el protocolo del séquito femenino no era tan rígido o, quizá, porque son obras de distintos artistas: el color es más rico y variado, los brocados, las telas y las joyas tienen más detalles e, incluso, existe un fondo arquitectónico con cortinas, fuentes y una venera situada sobre la emperatriz.
 

ANALISIS DE OBRA: "AD CRUXIFIONT"

La Crucifixión de Nuestro Señor
Miguel Ángel B.


Miguel Ángel Buonarotti nació en 1475, en Caprese, una villa de la Toscana cerca de Arezzo. Fue el segundo de cinco hijos varones de Ludovico di Leonardo Buonarroti di Simone y de Francesca di Neri del Miniato di Siena.
Fue un escultor, arquitecto y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica. Desarrolló su labor artística a lo largo de más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos. El arte de Miguel Ángel desprende una maravillosa expresión de sentimientos muy profundos. Tanto en las esculturas como en las pinturas de su mano se puede notar su dudosa inclinación homosexual que él mismo tenía.  
¨ EXPRESION DE LA OBRA PICTORICA:
Ad Crucifixiont (La crucifixión de Nuestro Señor) es una obra encargada a Miguel Ángel entre los años de 1530 y 1540 por una dama muy conocida de Florencia, Vittoria Colonna, que necesitaba un oleo con la representación de la Crucifixión de Jesucristo para tenerlo en su recamara para sus oraciones privadas. Vittoria no tan solo quería una pintura en donde se mostrara a la Virgen, a los Ángeles y al Cristo clavado, sino que le pidió al mismo artista que 
fuera pintada en la representación de la Virgen María. Vittoria era una mujer con un amor muy grande a la Virgen María, pero como en su vida nunca pudo sostener una relación con algún hombre y sufría por lo mismo, ya que ella era hija bastarda de una sacerdote católico, se sentía frustrada por no conseguir a un hombre que le diera algún hijo.
Miguel Ángel aceptó ser el pintor de la obra de Colonna, ya que le tenía un inmenso respeto a la dama. En 1550 terminó la obra, bajo un estricto apego a la pintura Barroca en Oleo en Lienzo sobre madera de dimensiones de 1.10 m de ancho por 1.45 m de alto.
La obra tiene una iconoclastia muy reservada, ya que no era una obra encargada por un miembro de la Iglesia Católica, como un Obispo o Papa romano, tampoco era para una familia acaudalada que la colocada en una Sala o en un “Mostradum”. Aunque la señorita Colonna era una mujer muy rica, no gustaba de expresar su riqueza en lujos y vivía modestamente en una casita de campo a las afueras de la ciudad florentina y como sólo era para ser parte de su oratorio, el artista solo expresó lo necesario para cumplir con su cliente.
Ad Crucifixiont es una obra pintada con colores muy otoñales en su profundidad, con matices color fuego apagado con algunas partes negras, esto representa al cielo estremecido por la muerte del Hijo de Dios, sin embrago, se comienza a ver una iluminación en la parte superior de la pintura, cosa que significa al Dios Padre abriendo la Gloria.
Cristo se encuentra en el centro de una explanada, y no lo coloca en lo alto del Golgota como lo hacen las cruces que se encuentran al fondo de la obra, esto representa que como el artista era aparte de ser miembro de la comunidad católica, era aprendiz masón, lo que significa que si Dios se hizo hombre y murió por los hombres no debe ser colocado en lo alto porque es un hombre envuelto en Dios, esto representa el escepticismo masón con las leyes católicas, como decía Miguel Ángel: Jesucristo murió siendo hombre envuelto en Dios, pero se vuelve Dios al morir y como los hombres son iguales, deben ser iguales las dimensiones.
La obra muestra a un Cristo suplicador que le pide a su padre el perdón del pueblo y su bien a la muerte suya. Con la cabeza mirando al cielo aclama el triunfo de Dios sobre Satanás.

A los costados del Cristo, el artista pinta a dos ángeles, uno mirando a Dios en el cielo y el otro mirando a la Virgen María piadosa que llora por la crucifixión de su hijo.
La imagen de la Virgen María fue hecha como Vittoria Colonna la había solicitado, es decir, el rostro de la Virgen es de la misma Colonna. La Virgen se encuentra en la parte izquierda del Cristo mirando al cielo piadosa y sacando su pecho derecho con el significado de que ella era la madre del Dios Hombre, además el sacar un pecho y mirar frustrada al cielo, significa que la misma Colonna está suplicando a Dios el que no haya encontrado a un hombre con quien vivir su vida y quien le diera un hijo, es más, algunos científicos del arte piensan que la misma Colonna en la figura de la Virgen mirando al Cristo piadosa da a conocer el clamor de que los hombres no aceptan estar con ella por ser hija de un sacerdote con una monja, pues estar con una mujer ilegitima por su padre era estar manifestando un pecado mortal.
En 1557 la dama Colonna fallece en su pequeña casita de campo y la Iglesia misma para no dar a conocer a las futuras generaciones sus edictos, decide quemar la casita, por ello Miguel Ángel que sí le tenía un afecto a la fallecida, pide recoger la pintura.
Más tarde, Miguel Ángel de nuevo pinta a Vittoria Colonna como la Magdalena a los pies del Cristo rogando se le diera un hijo y llorando por no tener un hombre a su lado, además le coloca un pañuelo blanco en su mano derecha, símbolo de que las mujeres de su época lo usaban para mostrar su virginidad y castidad ante los ojos de los hombres.
Junto a Magdalena, el artista pinta a Martha, la amiga de la virgen María, quien se encuentra triste. A esta persona le toca el rostro del mismo Miguel Ángel, ya que como nuestro famoso artista estaba frustrado por su homosexualidad, tenía que reflejarlo en sus obras.

ANALISIS DE OBRA: "LA ULTIMA COMUNION DE CALASANZ"

La Última Comunión de José de Calasanz.

Para iniciar el breve de esta hermosa pintura mostrada en la Gran Orden Escolapia, en Madrid, es de suma importancia mencionar al docente un resumen de la vida de nuestro Santo que además de ser un gran ministro de la Iglesia Católica de Roma, fue un importante amante de la historia, de las ciencias exactas y de la filosofía.
San José de Calasanz, sacerdote, pedagogo y santo español, fundador de la primera escuela cristiana popular de Europa, es decir fundador de la primera magistratura educativa de la Educación Básica del Mundo. Nació en Peralta de la Sal, provincia de Huesca, España, el 31 de julio de 1557.
Hijo de Pedro de Calasanz y de María Gastón, infanzones, fue el séptimo y último de sus hijos. La casa de Calasanz es una de las más antiguas de la nobleza aragonesa y trae su origen en los Fortuñones, rama segundona de la casa real de Aragón, señores de la villa y castillo de Calasanz.
Estudió filosofía, derecho, artes, teología y matemáticas en las universidades de Lérida, Valencia y Alcalá de Henares, y se doctoró en Lérida en ciencias Filosóficas.
Se ordenó sacerdote en el año 1583. Después de ordenado trabajó por un tiempo en las diócesis de Lérida y de Seo de Urgel. Tras unos años se trasladó en 1592 a Roma, con la intención de obtener un cargo en la jerarquía eclesiástica. Entre 1592 y 1602 estuvo de preceptor de los sobrinos del cardenal Marco Antonio Colonna y ayudando los domingos en la catequesis al párroco de la iglesia de Santa Dorotea, en la barriada del Trastévere. Fue aquí donde observó la gran cantidad de niños huérfanos y pobres que vivían en sus calles. José de Calasanz decidió que la atención de esos niños sería su principal labor y la materializó con la apertura de una pequeña escuela en las dependencias de la parroquia de Santa Dorotea del Trastévere, la que es considerada la primera escuela pública y gratuita de la Historia. En 1612 traslada la escuela a San Pantaleón, que se convertirá en la casa matriz de las Escuelas Pías. Pronto otros sacerdotes se le unieron y así nació la Orden de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, que se extendieron por el resto de Italia, España y Alemania. A estos sacerdotes se les conoce en la actualidad como padres Escolapios.
Calasanz desde su juventud fue iniciado en la masonería por el Gran Oriente de Madrid, obteniendo hasta su muerte el 15°. Sin embargo en 1590 fue descubierto por un político de apellido Sandoval, cual fue a reportarlo contra el Obispado de Roma, el cual condenó a Calasanz por conspirar contra la Iglesia, por enseñar a sus alumnos ciencias que no tenían fines eclesiásticos y por predicar la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Condenado a prisión, Calasanz vio desde ella como su Orden fue cayendo hasta el punto de borrarlo del mapa. El Papado le concedió su cedula al más grande enemigo de Calasanz. Los masones sacaron a nuestro santo de la cárcel y lo confinaron a educar a los jóvenes en escuelas del gobierno.
Calasanz destituido de su Orden y bajado a canónigo enfermó a sus 89, pero valiente por destruir los dogmatismos cristianos, aceptó a su amigo Galileo Galilei, importante astrónomo y masón, como maestro de sus escuelas. Nuestro Santo siempre educó a los niños en la “Piedad y las Letras, en amor a Jesús, a la Virgen María y a la Divina Providencia, por que Educar es Servir”
En 1648, todavía en desgracia, muere Calasanz casi a los 91 años de edad, el 25 de agosto de 1648 en Roma, siendo enterrado en San Pantaleón. Ocho años después de su muerte, el papa Alejandro VII rehabilitó las Escuelas Pías. Su larga vida la dedicó a la educación de la juventud. San José de Calasanz es uno de los precursores de la pedagogía moderna.
Años después de su muerte se abrió su proceso de beatificación que se hizo efectivo en 1748, y posteriormente fue canonizado por el papa Clemente XIII. Su fiesta se celebra el 25 de agosto y su patrocinio sobre la educación católica el 27 de noviembre.
La Iglesia le concedió el título de “Muy Fiel Amante de la Orden de la Piedad de Cristo y de la Inmaculada Concepción” título muy importante expedido por el Papa Juan Pablo II en 2003. La Real Corona de España le concedió en el 1987 en su Altar del Palacio de Madrid, la “Gran Cruz de San Carlos”, condecoración más importante de España. La masonería le concede en su templo del Gran Oriente de Madrid una estatua de 1.45m de altura con la insignia de “Nuestro Más Gran Vigilante del Templo de Salomón y Espada de Sophia”
Actualmente, las llamadas Escuelas Pías, fundadas por Calasanz, se encuentran en todo el mundo. Los escolapios tienen colegios en África, localizados en Camerún, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial, Gabón y Senegal. En América: Costa Rica, Nicaragua, México, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, Estados Unidos, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Venezuela. En Asia tienen colegios en Filipinas, Japón e India, y en Europa: Austria, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia y República Checa.
En la ciudad de Veracruz existen Instituciones que son parte de la Orden Escolapia: Institutos Cristóbal Colón y Calasanz A.C.

Historia y Análisis de la Obra de Goya:


Fecha: 1819


Tamaño: 305 x 222 cm.

Material: Óleo sobre lienzo  
Estilo: Pre-romanticismo

El prior de las Escuelas Pías de San Antón de Madrid eligió a Goya para realizar un cuadro que decorase uno de los altares laterales de la iglesia del colegio. El maestro recibió 8.000 reales a cuenta y al recibir el segundo plazo, una vez entregado el lienzo, devolvió 6.000 reales como regalo al santo, junto a una obra religiosa titulada Cristo en el huerto de los Olivos. Este gesto demuestra el cariño de Goya a la comunidad religiosa en la que recibió sus primeras enseñanzas en su Zaragoza natal. El pintor recoge el momento de la última comunión de San José de Calasanz, quien estando muy enfermo en Roma decidió comulgar, acompañado de sus alumnos y colaboradores, en la iglesia de San Pantaleón. La figura del sacerdote se inclina para introducir la Sagrada Forma en la boca del santo, que de rodillas recibe la luz divina que incide sobre su cadavérico rostro. Esa potente luz también ilumina el grupo de jóvenes y hace intuir las arquerías del templo en el que se desarrolla la escena. Goya se preocupa por mostrarnos el estado de misticismo del santo y las expresiones de recogimiento ante la futura muerte que aparecen en los rostros de los colaboradores del pedagogo. La oscuridad en la que destacan dichos rostros llama aún más la atención del espectador. Técnicamente, no deja de ser una obra admirable al emplear una factura rápida y libre pero sin desentenderse de una buena base de dibujo, como podemos apreciar en las dos figuras principales, de enorme carácter escultórico. Las tonalidades empleadas son muy oscuras -preludiando las Pinturas Negras- lo que hace destacar el blanco del hábito del sacerdote o el dorado de la casulla. Las luces, sabiamente situadas, otorgan un aspecto ligeramente fantasmal a la composición, organizada en dos planos para evitar distracciones y centrar la contemplación en el santo. Existen diversas hipótesis sobre la presunta influencia de Ribera en el esquema de la obra, pensándose también en Velázquez, aunque Goya ha demostrado suficiente frescura e inteligencia para realizar una escena de estas características sin buscar ninguna fuente de inspiración.
El fondo negro y la paleta muy oscura (apenas zonas de rojo, amarillo y carnaciones) en contraste con el hábito blanco del sacerdote, están en consonancia con las Pinturas negras que inició por estas fechas.
Los dos cuadros citados pintados para los escolapios retoman la pintura religiosa española del Siglo de Oro. Incluso José Camón Aznar ha señalado que son el canto del cisne de la pintura religiosa occidental.[] Si bien los cambios desde la sociedad de los Austrias a la de los primeros años del siglo XIX ha dado un giro radical, sobre todo tras la difusión de las ideas de la Revolución francesa.
En mi opinión:
Para empezar el porqué de haber decidido realizar un análisis de la obra de Francisco de Goya es porque yo cursé durante 8 años en la escuela Calasanz AC. que es parte de la Gran Orden Escolapia. Desde muy pequeño fui educado en las enseñanzas de San José de Calasanz, es por eso que decidí tomar esta bella pintura para demostrarla a mi docente.
Nuestro gran pintor Goya, que es uno de los grandes educados por los Escolapios demostró infinitamente su amor por Calasanz, y basado en las anécdotas que escuchaba desde pequeño por sus docentes de la vida de nuestro Santo Patrono es como además de esta pintura, hizo otras de menor reconocimiento como: “El asesinato de Satanás por Calasanz”, “Ordenamiento de Calasanz”, “Calasanz y sus alumnos” y “Calasanz, pone un ojo a un niño”
Goya se pinta a él mismo en su obra siendo un niño, y se localiza atrás de la capa de Calasanz comulgando. Aunque el matiz de negro también puede representar el luto de la muerte de su Patrono, también indica la expresión Pre-romancista del Renacimiento Europeo.
Para mí es una obra que expresa tranquilidad y armonía, y una gran relación con el Santo Patrono de mi escuela pía.